A lo largo de los años, Ethereum se ha transformado en una de las plataformas más influyentes en el ecosistema cripto, pero no ha sido hasta la llegada de las Layer 2, cuando efectivamente esa influencia ha dado un salto enorme. La razón es que a medida que la adopción de Ethereum ha crecido, también lo han hecho los desafíos relacionados con la escalabilidad. Un problema que las Layer 2 buscan solucionar para ofrecer una mejor experiencia de uso. Las congestiones en la red o las altas tarifas de transacción es lo que ha llevado a la comunidad a buscar medidas innovadoras, dando lugar al desarrollo de las soluciones Layer 2 (L2).

Las Layer 2 de Ethereum

Las soluciones Layer 2 se pueden definir como tecnologías construidas sobre la cadena principal de Ethereum (Layer 1) para mejorar su rendimiento, al permitir que las transacciones se procesen fuera de la cadena principal. Su finalidad es clara: reducir la carga en la red de Ethereum y abaratar los costes de transacción, haciendo un ecosistema más atractivo tanto para desarrolladores como para usuarios.

Sin duda, se trata de grandes ventajas, pero no todo lo que brilla es oro. A medida que estas soluciones han ganado popularidad, también hemos visto su inmadurez. Algunas, incluso, con un alto nivel de centralización y diversas situaciones que plantean riesgos significativos que no deben ser ignorados.

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Los peligros ocultos de Layer 2

Las soluciones Layer 2 presentan algunos peligros ocultos que pueden afectar la seguridad de los fondos de los usuarios. Muchos de estos riesgos están relacionados con la naturaleza emergente de estas tecnologías y la falta de madurez en su implementación.  Algunos de los problemas más comunes que pueden afectar a las soluciones Layer 2 son los siguientes:

1. Vulnerabilidades de seguridad. Al estar en desarrollo, muchas soluciones Layer 2 pueden contener errores de programación susceptibles a ataques. Esto incluye la posibilidad de exploits que pueden comprometer la integridad de los contratos inteligentes, lo que podría resultar en la pérdida de fondos. Un ejemplo de esto lo podemos ver con el bug Optimism Wintermute, que permitió a un hacker obtener 20 millones de tokens OP. Por suerte, el hacker devolvió los fondos, pero al mismo tiempo, se liberó el código del hack para que la comunidad conociese cómo se hizo la hazaña y crear mecanismos que eviten acciones futuras similares.
2. Centralización de la validación. Algunas soluciones de Layer 2 dependen de un número limitado de validadores o secuenciadores, lo que puede llevar a una centralización del control. Si un secuenciador es comprometido, puede manipular las transacciones y robar activos de los usuarios. Esto es algo que afecta a la mayoría de las actuales Layer 2 de Ethereum (y de otras cadenas). Por ejemplo, Polygon es bien conocido por sus problemas de validación centralizada y la gobernanza de su protocolo.

Protocolos por pulir

1. Problemas de finalización. Recordemos que las transacciones en Layer 2 deben ser finalmente consolidadas en Layer 1 para ser consideradas seguras. Eso significa que si hay un problema en este proceso de finalización, los fondos de la Layer 2 pueden quedar atrapados en un limbo, sin que los usuarios puedan acceder a ellos. Este es uno de los problemas más comunes de las Layer 2, ya que todas han sufrido esta dificultad en menor o mayor medida. Se supone que las Optimistic Rollups deberían solucionar este problema, pero la mayoría de los desarrollos que usan esta tecnología aún están construyéndose y el problema continúa.
2. Disponibilidad de datos. La forma en que se gestionan y almacenan los datos en las soluciones Layer 2 puede afectar la seguridad. Si los datos no están disponibles o se manipulan, puede haber consecuencias graves para los usuarios que dependen de esos datos.
3. Interoperabilidad y compatibilidad. A medida que surgen múltiples soluciones Layer 2, la interoperabilidad entre ellas puede ser complicada. Esto puede llevar a situaciones en las que los usuarios no pueden mover sus activos de manera segura entre diferentes plataformas. Se trata de una situación muy fácil de ver: ¿Has tratado de enviar de forma directa tokens de Polygon a Arbitrum? No puedes, porque si lo haces podrías perder los fondos. Esas es la razón por la que dependes de un bridge. Sin ellos no puedes interoperar, incluso aunque uses la misma Layer 1.

Layer 2 con mayores riesgos

En L2Beat han realizado un potente análisis de riesgos al que puedes acceder a través de este enlace, donde podemos ver muy claramente una clasificación de las Layer 2, según los riesgos que podemos encontrarnos en ellas:

En la captura podemos ver que todas las cadenas tienen problemas, algunas más graves que otras. Por ejemplo, Optimism utiliza una solución llamada «Fraud Proof», para evitar robo de fondos dentro de su cadena. Una medida que ha sido duramente criticada por su complejidad. Además, de que no cierra la posibilidad de que un secuenciador malicioso (parte de la red Optimism) pueda realizar transacciones fraudulentas. La falta de pruebas de fraude robustas puede representar un riesgo significativo para los usuarios.

Algo parecido sucede en Arbitrum. Esta Layer 2 también utiliza un modelo de «Fraud Proof», incluso con una ventana de tiempo mucho mayor. Sin embargo, la dependencia de esta red en un número limitado de validadores, supone un riesgo si no se implementan medidas adecuadas para incrementar la descentralización.

Cadenas como Base, Blast o Mantle ni siquiera tienen protecciones en ese sentido, lo que las deja muy detrás de Optimism y Arbitrum. El problema se incrementa, cuando en caso de falla de la red, los usuarios pueden verse impedidos totalmente de retirar fondos hasta que los validadores se lo permitan.

Mantente protegido

Con lo explicado, queda claro que dada la naturaleza riesgosa de las soluciones Layer 2, es fundamental que los usuarios adopten medidas proactivas para proteger sus activos. Una de las estrategias es investigar a fondo antes de utilizar una solución Layer 2, verificando la reputación del proyecto, revisando auditorías de seguridad y evaluando la comunidad que respalda la solución. También es importante diversificar las inversiones en diferentes plataformas para minimizar el riesgo de pérdidas significativas en caso de un fallo en una de ellas.

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Además, se recomienda mantener los fondos en wallets seguras, como wallets de hardware, y evitar mantener grandes cantidades de fondos en plataformas que no sean de confianza. Otro aspecto importante es estar al tanto de las actualizaciones y mejoras de seguridad en las soluciones Layer 2 que se utilicen, así como participar en los mecanismos de gobernanza si estos están disponibles. Por último, es crucial conocer los mecanismos de salida y los procesos de «escape hatch» para retirar los fondos de manera segura.

Recuerda que si bien las soluciones Layer 2 representan un avance significativo en la escalabilidad y eficiencia de la red, aún guardan ciertos peligros ocultos. Investigar, diversificar y hacer uso de las buenas herramientas de información, son pasos fundamentales para navegar en este emocionante pero arriesgado espacio de desarrollo. Vale más prevenir que lamentar.