La reciente aprobación, en la Cámara de Representantes, del proyecto de Ley FIT21 o HR 4763, también conocido como Ley de Innovación y Tecnología Financiera para el Siglo XXI marca un hito importante en el ecosistema de las criptomonedas de Estados Unidos.
Tal como señaló la Cámara de Representantes en el comunicado que publicó para dar a conocer los resultados de la votación, se trata de una propuesta que busca garantizar que Estados Unidos siga liderando el sistema financiero del futuro y siga siendo un centro de innovación tecnológica.
La idea también es proporcionar protección al consumidor y darle la certeza regulatoria que necesita, agrega el escrito oficial, en el cual se destaca cómo el avance de esta propuesta en el Congreso estadounidense se ha convertido en un hecho histórico. Veamos a continuación algunas de esas razones.
Es la propuesta para regular bitcoin que más ha avanzado en EE. UU.
Según resaltan los legisladores, la FIT21 es la propuesta de regulación para el sector de bitcoin que más ha avanzado en el Congreso de Estados Unidos, pues muchos otros proyectos que se han presentado, pero se han quedado en el camino antes de llegar a la Cámara de Representantes. De esta forma, FIT21se erige como la propuesta que más se acerca a su promulgación como ley.
Se considera por ello que la aprobación del proyecto de ley en la Cámara representa un primer paso para poner un punto final a la incertidumbre regulatoria que ha dominado a la industria de las criptomonedas en Estados Unidos durante los últimos años. Esto, debido a que establece normas claras que esbozan el camino para que el país lidere la revolución tecnológica global.
Así lo indicó el presidente del Comité de Agricultura, Glenn Thompson, uno de los proponentes de la FIT21. Un argumento respaldado por los demócratas que votaron a favor de la medida, entre quienes están la expresidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, y la líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Katherine Clark.
Pelosi calificó el hecho como un «primer paso importante», manifestando, al mismo tiempo, su deseo de trabajar con el Senado y la administración Biden para mejorar el proyecto de ley. «Las criptomonedas ya están integradas en nuestra economía y su importancia sólo crecerá en los próximos años. Millones de estadounidenses poseen criptomonedas. Muchos empleos en mi comunidad dependen de esta industria», acotó.
Faryar Shirzad, director de políticas del exchange Coinbase, también ve la propuesta como «un gran paso adelante», sobre todo porque hizo que, por primera vez, la Casa Blanca reconociera la necesidad de una legislación integral para el sector. Se destaca con ello el hecho de que Biden manifestará su intención de no vetar el proyecto aun cuando no lo apoya, ofreciéndose a trabajar con el Congreso para mejorarlo.
Esta declaración representa un giro importante en la política gubernamental, pues después de la orden ejecutiva firmada por Biden en 2022, la administración estadounidense se volvió cada vez más hostil hacia las criptomonedas. Sin embargo, con la aprobación de FIT21 en la Cámara, el país ahora podría avanzar hacia un cambio en su forma de ver a las criptomonedas.
Define conceptos y determina el funcionamiento del sector
Entre los planteamientos que se incluyen en el proyecto de ley, resalta la definición de conceptos que, hasta ahora, no han estado claros en la industria estadounidense, permitiendo identificar los elementos que hacen que un criptoactivo sea un título valor (security) o una mercancía (commodity).
Con ello se quiere resolver una disputa vigente de mucho tiempo acerca de la clasificación de las criptomonedas y que ha hecho que la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC) y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) caigan en contradicciones.
Adicionalmente el proyecto de ley propone un proceso para permitir el comercio de las criptomonedas en el mercado secundario, tras haberse ofrecido inicialmente como parte de un contrato de inversión. Se incluyen además disposiciones sobre stablecoins y normas contra el lavado de dinero como medida de protección para los inversionistas.
Dispone igualmente la creación de un régimen de divulgación y registro personalizado para las empresas de activos digitales.
Se trata de una especie de la auto-certificación de activos como materias primas digitales, que ha sido muy cuestionada por los opositores al proyecto. Esto, porque la FIT21 se proporciona criterios para determinar ese estatus de acuerdo con el nivel de descentralización de un proyecto.
FIT21 aborda además normas para el tratamiento de las plataformas de negociación, las finanzas descentralizadas y la recaudación de fondos para proyectos.
Delimita las competencias de la SEC
La normativa designa a la CFTC como el organismo regulador principal para las criptomonedas, con más competencias que la SEC. Se trata de una elección con la que se pretende poner fin al debate que se ha gestado entre los reguladores estadounidenses de las criptomonedas, sobre cuál es el campo de acción que compote a cada uno.
En consecuencia, se delimitan las competencias de la CFTC y la SEC, que es una de las principales peticiones dentro de la industria de las criptomonedas.
El objetivo es poner límite al amplio recuento de demandas, acusaciones y señalamientos contra empresas de bitcoin que lleva a cabo la SEC por lo que ellos consideran como títulos valor. Una actuación que ha derivado en gran cantidad de quejas debido la insistencia de la agencia en que el ecosistema se ajusten a legislaciones vigentes desde hace años.
Esta es una de las razones por las que el presidente de la SEC, Gary Gensler, se manifestó firmemente en contra del proyecto, alegando que la nueva legislación «crearía nuevas lagunas regulatorias y socavaría décadas de precedentes con respecto a la supervisión de los contratos de inversión, poniendo a los inversionistas en riesgo».
También argumentó que la ley daría a los estafadores una forma de evitar las leyes de valores «al declarar cínicamente que sus productos son criptoactivos». El funcionario cree que su visión prevalecerá, a pesar de la votación de la Cámara, pues confía en que sus puntos de vista sobre las criptomonedas «ganen fuerza en los tribunales».
Reafirma el rol político de las criptomonedas
La votación de la Cámara reafirma el creciente rol que juegan las criptomonedas en la política actual. Esto, tomando en cuenta el nivel de adopción que existe en EE. UU., donde más del 5% de la población tiene criptomonedas. Un papel que cobra relevancia en estos meses previos a las elecciones presidenciales.
Se sabe entonces que las propuestas sobre bitcoin que se hagan en la campaña pueden convertirse en un tema candente en la carrera presidencial. Lo demostró el expresidente Donald Trump aceptando BTC en su campaña y mostrándose a favor del sector luego de haber sido un acérrimo opositor; una actitud que comienza a mostrar Biden suavizando su postura respecto a las criptomonedas.
El creciente apoyo de los demócratas a la FIT21 es otro indicador de que los políticos ya saben que oponerse a la industria de criptomonedas podría no ser muy favorable, tal como dice el comunicado de la Cámara. Se admitiendo con ello que la regulación de este ecosistema se está convirtiendo en una cuestión cada vez más política y partidista.
En este punto, el congresista Patrick McHenry, presidente del Comité de Servicios Financieros de la Cámara, aseguró que el abrumador apoyo que alcanzó FIT21 en su votación debe servir como «una llamada de atención» para que el Senado y la administración actual de Biden se percaten de la importancia que tienen los activos digitales y las tecnologías emergentes.
Refleja el creciente interés de los legisladores por bitcoin
El proyecto de Ley de Innovación y Tecnología Financiera para el Siglo XXI se presentó en el Congreso el año pasado. Fue introducida el presidente del Comité de Agricultura de la Cámara, Glenn Thompson; el presidente del Comité de Servicios Financieros, Patrick McHenry; el representante French Hill, el representante Dusty Johnson, el representante Tom Emmer y el representante Warren Davidson.
Fue uno más de varios proyectos presentados en los últimos seis años y su aprobación llega luego de que los republicanos de la Cámara crearan, en 2023, un subcomité sobre activos digitales dedicado solo a proponer reglas para el sector.
Los analistas observan que el abrumador apoyo que recibió el proyecto FIT21 no solo refleja el aumento del interés de los legisladores, sino también indica el deseo de garantizar que Estados Unidos continúe a la vanguardia de la innovación y el desarrollo tecnológico. Una posición que se teme perder si continúa la regulación restrictiva impuesta por Biden.
El interés por el desarrollo del ecosistema se refleja también en el voto a favor que recibió hace unos días una resolución para revocar la norma de la SEC que impide a los bancos locales resguardar criptomonedas. El apoyo bipartidista a dos proyectos que favorecen al sector luce como un desafío a la postura de Biden y una muestra de la disposición del Congreso a dar un cambio de timón en la regulación de bitcoin en EE. UU.