El Banco Central de Alemania y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) realizarán una investigación conjunta sobre la moneda digital del banco central (CBDC). Sobre la colaboración, el MIT indicó que proteger la privacidad es esencial a medida que se acelera la digitalización de la economía. La investigación se centrará, sobre todo, en cuestiones relacionadas con la protección de datos y la privacidad, un tema que preocupa a la mayoría de los ciudadanos de la UE, respecto al euro digital.

CBDC Banco de Alemania y MIT

En una charla pronunciada en el MIT, el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, recordó que el Eurosistema está considerando la introducción del euro digital como moneda digital del banco central europeo. Nagel dijo que el mundo se está volviendo cada vez más digital y que los bancos centrales deben hacer lo mismo. La digitalización en curso afecta especialmente a la forma en que las personas pagan por las cosas, indicó. Tras explicar las diferentes fases por las que ha pasado el proyecto de euro digital, expuso que el Bundesbank desempeña un papel activo en el proyecto del euro digital y que ha creado un departamento para todo lo relacionado con la citada CBDC.

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Como principal obstáculo para la emisión de un euro digital se refirió a que su disponibilidad pudiese crear incentivos para que las empresas y los hogares transfieran los depósitos del sector bancario a euros digitales.

El Eurosistema no asumirá el papel de los bancos

Si los clientes bancarios transfieren gradualmente grandes volúmenes de sus depósitos a euros digitales, esto podría tener un efecto general adverso en la oferta de crédito y, por tanto, en la economía real. En tiempos de turbulencia financiera o de mayor incertidumbre, podríamos ver salidas abruptas y sustanciales de dinero del sector bancario, lo que también pondría en peligro la estabilidad financiera. Para evitarlo, hay planes para establecer un límite de tenencia para el euro digital.

Nagel indicó que el Eurosistema no asumirá el papel de los bancos. Estamos planeando emitir un euro digital, pero no distribuirlo. Los bancos seguirán manteniendo relaciones importantes con sus clientes. Y el euro digital será una plataforma para que los bancos ofrezcan servicios adicionales, dijo.

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Sobre los tiempos, indicó que tras iniciar la fase de preparación, queda un largo camino por recorrer antes de decidir si se emite el euro digital. En caso favorable, pasarán de cuatro a cinco años hasta su introducción. Nagel se mostró convencido de que el euro digital será un éxito.