Paul Brody, Global Blockchain Leader en EY (Ernst & Young), ha publicado en Coindesk un interesante análisis sobre los desarrollos presentes en Blockchain. Desarrollos proyectados, claro está, en el futuro. Cosas que se han venido haciendo durante los últimos meses, incluso años; pero que apenas se veían entre las nubes negras del criptoinvierno y la cegadora luz de la inteligencia artificial.
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Problemas de la tecnología blockchain
Desarrollos que abordan primeramente algunos de los problemas que se le atribuyen a la tecnología. Uno de ellos es la escalabilidad y, por lo tanto, conseguir que pueda hacerse un gran número de transacciones en las blockchains, en poco tiempo y sin que los momentos de concentración de transacciones impliquen un sustantivo aumento del coste de las mismas. Otro, el logro de ecosistemas realmente descentralizados. En cierta forma, ambas cuestiones se encuentran entrelazadas. Como modelo de búsqueda de tales solución parte del ejemplo dado por la blockchain de Ethereum, que es en la que fundamentalmente se llevan a cabo los contratos inteligentes.
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Tamaño de megabytes
Actualmente, la complejidad que se puede insertar en un contrato inteligente es bastante limitada. Tanto como 24kb. Muy poco. Mira en tu carpeta de archivos normales y verás que la gran mayoría sobrepasan este límite. Por ello, muchos servicios de las DeFi exigen encadenar varios contratos inteligentes, con el coste en términos económicos y de seguridad que esto conlleva.
En el futuro próximo que dibuja Brody, los contratos inteligentes podrán tener un tamaño de megabytes. Una de las bases materiales de este cambio, la mayor capacidad de los ordenadores, que abaratan considerablemente la potencia de cálculo, tan necesaria para la validación de los bloques en las transacciones en una blockchain. Aumento de la potencia de cálculo que se consigue con chips más veloces y mayor poder lógico.
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Otra de las ventajas del aumento de la potencia de cálculo de los actuales y, sobre todo, futuros ordenadores, es facilitar las pruebas de conocimiento cero (ZKP, por sus siglas en inglés). Las pruebas de conocimiento cero son consideradas esenciales para hacer que las cadenas de bloques gestionen más transacciones, al mismo tiempo que se permite la privacidad de los usuarios. Pues bien, es tal la potencia de cálculo de los ordenadores más o menos comunes, portátiles e incluso teléfonos móviles de gama alta, que pruebas que antes exigían comprar un relevante tiempo de servidor, ahora pueden hacerse con esos ordenadores.
¡Por fin hay algo refrescante en el verano de Blockchain!
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